
Dormir bien es uno de esos placeres que todos buscamos, pero no siempre conseguimos. Ya sea por el ruido de los coches, un vecino con un estilo de vida «peculiar» o simplemente porque nuestra mente no deja de maquinar, el sueño puede convertirse en un reto. En este contexto, aparece el ruido blanco, un aliado inesperado que, según el neurólogo Jeffrey Ellenbogen, puede hacer maravillas por nuestro descanso.
¿Qué es el ruido blanco y por qué se habla tanto de él?
El ruido blanco es un sonido constante que combina todas las frecuencias sonoras. Traducido al idioma cotidiano: es ese ruido monótono que podrías confundir con el ventilador de tu cuarto, el zumbido de un aire acondicionado o el típico «shhh» de la tele sin señal. La clave es que sea un ruido sin sobresaltos.
¿Y qué tiene de especial? Pues que bloquea los ruidos externos, creando una especie de burbuja sonora que calma el cerebro. Según Ellenbogen, este sonido continuo ayuda a que nuestro sistema nervioso interprete que no hay peligros cerca, permitiéndonos entrar en modo relax.
¿Qué dice la ciencia sobre dormir con ruido blanco?

Jeffrey Ellenbogen, reconocido neurólogo y especialista en el estudio del sueño, ha explicado que muchas personas tienen problemas para conciliar el sueño porque su cerebro no sabe «desconectar». Y, para colmo, vivimos rodeados de interrupciones sonoras: portazos, coches, vecinos (sí, ellos otra vez).
El ruido blanco actúa como una capa protectora que «enmascara» esos ruidos molestos. Imagina que estás en una sala llena de conversaciones: el ruido blanco sería como ponerte unos auriculares con música relajante que te permiten desconectarte del caos.
Eso sí, no es una solución milagrosa ni universal. Aunque muchos encuentran en este sonido un remedio para dormir mejor, hay personas que no lo soportan. ¿Lo bueno? Hay alternativas, como el ruido rosa o los sonidos de la naturaleza.
¿Por qué el ruido blanco no es para todos?
Aunque suena como el santo grial del descanso, no a todo el mundo le gusta dormir acompañado de este sonido. Algunas personas lo encuentran irritante o simplemente prefieren el silencio absoluto. Es normal: no hay dos cerebros iguales. Pero la verdad que si le damos un tiempo, puede ser muy interesante.
Ellenbogen destaca que lo importante es encontrar aquello que realmente funcione para cada uno. Si el ruido blanco te relaja, genial. Si no, hay otras opciones que también pueden ayudarte. Podemos usar el ruido rosa o el ruido marrón, son similares pero tienen algunas diferencias.
¿Deberías probarlo?
Si eres de los que se despiertan con el mínimo ruido o no consigues desconectar por las noches, el ruido blanco podría ser tu nueva arma secreta. Lo mejor de todo es que es fácil de probar: desde vídeos en YouTube hasta apps en el móvil o máquinas de ruido muy interesantes específicas diseñadas para poder ayudarte a dormir de verdad.
Eso sí, como cualquier hábito nuevo, dale unos días para ver si realmente encaja contigo. Puede que descubras que, al igual que muchos otros, este sencillo truco sea justo lo que necesitabas para dormir como un bebé.